El pensamiento lógico, es la capacidad que posee el ser humano para entender todo aquello que nos rodea. En muchas ocasiones, sin notarlo, utilizamos nuestro conocimiento lógico y habilidades, para razonar, en la toma de decisiones, en la invención de alguna hipótesis o en la consideración de ciertas consecuencias ante un hecho o acción. Para ello es importante ejercitar nuestro cerebro en diversas áreas de la vida, para poder tener una lógica y una perspectiva de la vida más amplia.
Lo que logramos en los niños y niñas es establecer las posibles relaciones entre la imaginación literaria y lingüística, el pensamiento matemático, la disociación corporal y espacial y en la manipulación tecnológica, lo que implica establecer estrategias didácticas en el aula, específicamente un ambiente de aprendizaje cuya direccionalidad esté pensada para el desarrollo de sus capacidades.